Un textito pumiyesco-etfoniano sobre Libélula Amatista

Me complazco en comunicarles que Libélula Amatista ganó su acceso a la final de la Guerra de bandas organizada desde el Underground. (se agradece a todos los que fueron a apoyar, ¡vientos!).

El próximo sábado 31 de marzo, 8:30 pm., en el BlackBox (calle Revolución casi esquina con calle 6ta) se definirá el triunfador, en un espectáculo sin duda bastante reñido.

Adentrémonos en la teoría musical. Se ha hablando mucho de uno de los sencillos más sencillos de dicha banda Libélula Amatista, titulado "Matilda", como de un grandioso homenaje a la famosa canción de "Alicia", compuesta por el solista y más que famoso Enrique Bunbury, apodado por muchos el "príncipe hermoso". Pocas bandas y solistas hispanoamericanos se atreven a crear historias fantásticas cantadas cien por ciento en castellano (nada de extranjerismos postizos), y si el solista español se lanza heroicamente en defensa de la pobre Alicia desterrada de la realidad (basándose, por supuesto, en el conocido cuento de Lewis Carroll), en su caso Libélula Amatista nos cuenta una fantasía aún más triste, aún no contada en ningún libro, y en la que nada, nada se puede hacer:

Matilda se siente sola,
sus lágrimas brotan despacio
desde sus recuerdos profundos y negros
tirados hacia el espacio.

Matilda desde su alcoba
recuerda sus días con él,
suspira intranquila, abriga sus noches
sentada bajo la luna.

Llora, Matilda llora.
Ella se estremece, tiembla, se agita y vuela.
Llora, Matilda llora.
En el cielo de sus penas brotan miles de estrellas.

No puede dejar de llorar,
no quiere dejar de volar,
no quiere dejar de creer
ni de parir estrellas.

No puede dejar de llorar,
no quiere dejar de volar,
no quiere dejar de creer
ni de parir estrellas.

Matilda de hierbabuena,
de sangre llena sus volcanes,
su bosque de sombras, de nubes sin rosas,
tristeza de mis canciones.

¿Por qué no puedes dejar de llorar, Matilda? ¿Por qué no quieres dejar de volar, eh? ¿Lo sabrá Matilda? ¿Lo sabrán los Libélula Amatista? ―¿Y acaso tiene relevancia saberlo? Mejor en voz baja le decimos: Llora, Matilda, llora. Y que tus lágrimas no agoten nuestros memorables estribillos.

Ahora que en el polo diametralmente opuesto nos encontramos con la canción "Tormenta desnuda" (¡uy!, no faltará quien con este título recuerde a "Storm", aquella mutante de "marvelosa" de piel apiñonada, integrante de los X-Men):

Pregunta al polvo
cuántas veces te he recordado,
cuántas veces he añorado
el sonido de tu voz,
y te dirá en un susurro violento
que tu memoria ya no es cuerpo
y ya no hay lágrimas por ti.

Así que vete, ahora vete,
ya no voy a ilusionarme más.
Así que vete, ahora vete,
seré dueño de mi vida y todo cambiará.

Si escucharas
estas locas melodías
calentadas con el desprecio
con el que late ya mi voz.
Si encontraras el tormento
que agobió a mi corazón
te sentirías más dispuesta
a descubrir algún perdón.

Así que vete, ahora vete,
ya no voy a ilusionarme más.
Así que vete, así que ahora vete,
seré dueño de mi vida y todo cambiará.

Ya vemos que con "Tormenta desnuda" o desnudez tormentosa o confesión atormentada saltamos del llanto afeminado al reproche viril enmascarado de decidido rechazo (otro tipo de pena)... ¿Será el mismo hombre por el que Matilda llora sentada en su balcón? ¿"Dónde quedó la bolita" entre hombres y mujeres ―pregunto yo―, que si no es aquí es allá, si no es una es otro, si no es que ella se lamenta en cambio provoca el lamentar de él? Una cosa es segura, llámese verso clásico, blanco o libre, la rima, el ritmo y las correspondencias no pasan de moda y nos dan la prueba perfecta de la versatilidad de los chicos de Libélula Amatista, quienes en cada rola nos convidan de su estilo archi-vanguardista (según distinguidos locutores) de pop bizarro, pues todo, todo cabe ahí: "rock n' roll", "lounge", "disco", "progre", "psicodélico", "glam", "punk", "post-punk", "new wave", "electrónica", "jevi métal (en su variante ranchera)", "fusión minimal", "rock alternativo", "math-norte", un poco del "gamelaneo" balinés e incluso el mismo "pop bizarro". ¡Usted pida su estilo favorito! y ahí lo encontrará fusionado.

En fin, los chicos tienen preparado un acto inaudito para esta irrepetible ocasión. 31 de marzo. BlackBox. La verdad ni se imaginan. Vale el disfrute de su asistencia.

Que sueñen con "tormentas".

Marzo 2012

Segunda presentación (Black Box)

En "Black Box" de la calle Revolución, Tijuana, México. Marzo de 2012.


Video (da click en la pantalla)